¿Puedes mover tu tercera mano?

Ramón Hernàndez,


Muchas veces los padres de niños con hemiparesia nos preguntamos qué deben sentir nuestros hijos por las limitaciones de su mano afectada en las actividades de la vida diaria (cosas que para nosotros son rutinarias como atarse los zapatos o subir una cremallera), así que para salir de dudas un día le preguntamos directamente a nuestra hija (9 años) qué sentía y la respuesta para ella fue fácil, aunque a nosotros nos sorprendió mucho: NADA. ¿Cómo es posible?

Esa respuesta quedó ahí, sin convencernos del todo, y la pregunta continuó dándonos vueltas en la cabeza, sin entender muy bien qué quería decir con ese simple nada, hasta que encontramos una explicación (también fácil, directa y simple) en uno de los videos de la organización italiana Fightthestroke en el que Francesca, la mamá de Mario lo explica perfectamente: es como si te preguntaran a ti por tu tercera mano.

Es decir, que lo que no ha existido nunca en tu cerebro, en la realidad física tampoco existe; en el caso de nuestra hija es la capacidad de hacer determinados movimientos de la mano afectada debido a una lesión en la parte del cerebro que debería controlarlo y en el nuestro porque simplemente no existe una tercera mano, así que si te dicen que muevas tu tercera mano y no puedes ¿qué es lo que sientes? Pues eso, nada.

Y ese es precisamente el GRAN PELIGRO de la mano del niño con hemiparesia, porque como explica muy bien la fisioterapeuta Maribel Ródenas en este excelente artículo (link), cuando tienes una mano afectada los roles de las manos se polarizan más de lo habitual: es decir, la mano hábil incrementa su habilidad de forma exponencial y la mano afectada sólo sirve de apoyo si no entorpece a la mano hábil, por lo que la tendencia de los niños con hemiparesia es directamente no usarla porque “les molesta”y, como encuentran otras formas de hacer las cosas “a su manera” (solo con una mano), su cerebro simplemente olvida la mano afectada.

De ahí la importancia de empezar a trabajar con la mano afectada lo antes posible, para que la use (los terapeutas dicen que “la integre” en su cuerpo) aunque sea como apoyo.

Como padres no os podemos recomendar una terapia u otra (restrictiva, bimanual, etc.), cada niño y cada caso es distinto, pero sí que es imprescindible empezar la estimulación cuanto antes y contar con el asesoramiento de profesionales especializados para que os orienten … como Maribel, que generosamente compartió sus conocimientos con nuestra asociación en el pasado encuentro de familias (link) y que, por cierto, próximamente los impartirá como ponente también en el próximo curso sobre la mano de la SEFIP dirigido a profesionales (link) (recomendádselo a vuestros terapeutas, mejores profesores no pueden tener !!!).

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